Una tragedia marcó el cierre de la tradicional Xiqueñada en Xico, Veracruz, luego de que un joven identificado como Roberto Pozos sufriera una grave lesión tras ser embestido durante la suelta de toros.

El incidente ocurrió mientras Roberto participaba activamente en la capea, una actividad donde los asistentes interactúan directamente con los astados en las calles del pueblo como parte del festejo.

En los videos que rápidamente se difundieron en redes sociales, se observa al joven arrodillado, con un capote en mano, enfrentando a un toro de color miel. Sin embargo, no se percató de que otro toro, esta vez de pelaje negro, se aproximaba velozmente por su espalda.

Aunque los gritos de los presentes intentaron alertarlo, el impacto fue inevitable. El segundo toro lo arrojó varios metros y, al mismo tiempo, uno de los cuernos del primer toro se incrustó en su rostro, provocando una herida profunda y un desprendimiento visible de piel.

Las imágenes muestran el momento en que el rostro del joven queda gravemente lesionado, causando pánico entre los espectadores. Algunas personas corrieron en su auxilio y lograron apartar a los toros para brindarle los primeros auxilios mientras llegaban los paramédicos.

Roberto fue trasladado en estado delicado a un hospital cercano y, debido a la severidad de sus heridas, fue llevado posteriormente en helicóptero a la ciudad de Xalapa, donde fue sometido a una cirugía reconstructiva facial.

A pesar de lo impactante del incidente, el joven logró recuperarse satisfactoriamente y, a través de su cuenta en la red social X, compartió un mensaje para tranquilizar a quienes seguían su estado: “Hola amigos, ¿cómo están? Les mando un fuerte abrazo desde Xalapa, me encuentro bien gracias a Dios. No fue algo mayor, todo salió bien en la operación”, expresó, con el rostro vendado y visiblemente inflamado.

El caso ha provocado un fuerte debate público sobre la seguridad en celebraciones que incluyen el uso de animales, especialmente aquellas donde se permite la participación directa de las personas con toros en espacios abiertos.

Aunque la Xiqueñada es una de las tradiciones más arraigadas en la región —similar a los encierros de San Fermín en España—, cada edición deja múltiples heridos por embestidas, caídas o golpes. En este 2025, los organizadores reportaron 11 lesionados, todos sin complicaciones graves.

Hasta el momento, ni las autoridades locales ni los encargados del evento han ofrecido una declaración oficial sobre lo sucedido. Sin embargo, diversas asociaciones en defensa de los animales, así como algunos ciudadanos, han solicitado que se refuercen las medidas de seguridad o incluso se suspenda este tipo de eventos.

En redes sociales, las opiniones están divididas: mientras algunos critican la peligrosidad de la tradición, otros consideran que los riesgos son asumidos voluntariamente por quienes deciden participar.